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Yamaha YAS-105 120W: Review y Opiniones

Descripción del Yamaha YAS-105

El YAS-105 es una barra de sonido de gama baja capaz de mejorar el sonido pobre de los altavoces integrados en los televisores a la vez que se mantiene el apilamiento de aparatos bajo mínimos. Es la reencarnación del YAS-103 que hemos tenido la oportunidad de adquirir desde hace más de un año, el cual, dejando a un lado un par de problemas con el audio, era una opción increíble si se añadía el precio a la ecuación. Este altavoz directo, compacto y sencillo carece de la tecnología de proyección de sonido del Yamaha YSP-2500, pero trae subwoofers integrados, sonido envolvente simulado y una potencia de ciento veinte vatios, pudiendo proveer con un sonido potente capaz de llenar hasta un salón de dimensiones importantes.

Diseño y conexiones

El diseño del YAS-105 lo hace poco intrusivo y fácil de obviar, la carencia de subwoofers externos lo marcan como la opción preferida de todos aquellos que se sienten incómodos al ver su casa conquistada poco a poco por todo tipo de parafernalia electrónica. Se puede poner sobre una mesa o fijarlo a una pared. Desde el punto de vista de los controles no hay problema ya que los botones se encuentran fácilmente accesibles en ambas posiciones y desde el punto de vista de la seguridad tampoco hay porqué temer ya que su reducido tamaño, y por ende su escaso peso, hacen que cause un esfuerzo mecánico prácticamente nulo sobre los soportes de la pared. Si se coloca próximo al televisor no se interpondrá en la señal del mando y si por el contrario se monta en la pared tampoco sobresaldrá. El frente estético y el funcional están también bien cubiertos. Su aspecto cuidado y el color negro de su carcasa exterior lo funden con el entorno haciendo que no sea muy relevante a la vista. Las partes superior y frontal del altavoz están cubiertas de tela oscura mientras que la parte trasera ha sido ejecutada en una combinación de plástico negro satinado y mate. La apariencia curva general y en especial el modo en que se pliegan los bordes externos le permiten emanar un toque de elegancia. Además la barra de sonido consta en ambos extremos de cavidades resonantes para los bajos en forma de trompeta. Hacia la parte trasera se encuentran los botones de acción, volumen y espera, así como una línea de diodos luminosos que indican el volumen y parpadean cuando se hacen ajustes sobre el mismo. Lamentablemente, es en este aspecto donde hallamos uno de los principales problemas con este aparato: cuando se apoya sobre una superficie lisa y se está cómodamente tirado en el sofá es imposible ver los indicadores, algo muy relevante cuando se quiere ver el volumen del subwoofer o el modo que está actualmente seleccionado. La calidad de fabricación se sitúa en cotas muy elevadas. El cuerpo es sólido y robusto y la estructura satisfactoriamente rígida. La parte trasera tiene un número no desdeñable de tomas dispuestas en forma matricial. Esta matriz de conexiones contiene hembras para conectores coaxiales, jack miniaturizados de 3.5 milímetros y una salida para un subwoofer externo, en caso de que se quisiera uno. También incluye conectividad Bluetooth integrada, un añadido que es a día de hoy parece prácticamente imprescindible.

Especificaciones y características

Aunque sin punto de comparación con el YSP-2500, esta barra de sonido aún tiene mucha chicha. Los altavoces están formados por un par de drivers de rango medio, dos tweeters con cúpula de equilibrado y dos subwoofers orientados hacia arriba. El equipo solicita a la red un total de ciento veinte vatios, treinta por cada canal y sesenta del subwoofer. La experiencia de sonido es cercana a la que ofrece un sistema 7.1. Esto se consigue gracias al software patentado Air SurroundXtreme. ClearVoice también hace presencia aquí potenciando la calidad y la definición de los diálogos cuando estos se encuentran envueltos en mezcolanzas caóticas de ruido, efectos de sonido y melodía. Se añade Bass Extension y algunos modos DSP y se obtiene un cóctel más que apetecible. La única pega es tener que acceder a dichos modos a través de la aplicación de Yamaha. El sonido que se obtiene está en otra liga comparado al emitido por un televisor, pero se queda corto para llegar a ser realmente bueno. El sonido dinámico anima las películas de acción e involucra al espectador mucho más. En este caso los sonidos son afilados, sin llegar a terminar de manera abrupta. Bien definidos, fuertes y vivaces. Las voces se escuchan claras y los diálogos se entienden a la perfección. Por otro lado las frecuencias más bajas pueden dar algún que otro problema, puede intentar solventarse adaptando los extremos de la barra. El resultado es satisfactorio, bueno a lo sumo. Todo ha de decirse, las notas más bajas se pierden. En cuanto al sonido envolvente, la sensación ciertamente es semejante, pero llamarlo de esta manera puede llevar a confusión. No se trata ni mucho menos de la calidad esperada de un sistema no virtual. La localización de los focos de sonido no siempre es posible en el YAS-105. En general la barra de sonido es buena, pero no alcanza los modelos más avanzados disponibles en el mercado hoy en día.

Instalación

La conexión al sistema audiovisual existente no entraña ninguna complicación. La operación puede obligarte a dejar la comodidad de tu sofá, pero en cualquier caso se trata de un mal menor. Lo que es más interesante es el uso de la tecnología de compatibilidad entre mandos remotos que Yamaha incorpora en el YAS-105, gracias a la cual podremos controlar con el mando del televisor el volumen y otras opciones de la barra de sonido. Algo que también podemos hacer desde nuestro móvil si instalamos la aplicación Yamaha Home Theater Controller, cuyo único inconveniente, aunque bastante molesto,  es que bloquea el acceso a otros dispositivos USB.

Conclusión

Optar por el YAS-105 es dejar atrás de una manera sencilla y sensata el sonido de poca calidad y carente de vida con que nos atiborra el televisor. La barra de sonido es discreta y ocupa poco. Es fácil de montar, versátil y de excelente calidad, fallando únicamente si se compara con la sofisticación e impresionante rendimiento sonoro de gamas más altas y productos de la competencia, también notablemente más caros.

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