Descripción del Yamaha YSP-2500
Este producto de la serie de proyectores de sonido de Yamaha no puede ser llamado simplemente barra de sonido. El YSP-2500 es un simulador de sonido ambiental capaz de imitar los resultados de un sistema total de altavoces. Considerado el mejor equipo de sonido del año 2014. Situada en la barrera de los ochocientos euros, el YSP-2500 es una inversión que da sus frutos. Los dieciséis
drivers de los que hace gala nos obligan a dibujar en las mentes de nuestros lectores la analogía con el valvulaje de un motor. Esperamos que sea suficientemente clara la metáfora para ilustrar la diferencia esperada entre el YSP-2500 y otras barras de sonido disponibles en el mercado.
Diseño y conexiones
Al abrir la caja enseguida vimos el plástico negro satinado característico de los productos de Yamaha. Según íbamos sacando el aparato nos llevamos una grata sorpresa al ver una distintiva lámina de aluminio sobre el panel superior. Este detalle le confiere una estética reminiscente de la alta calidad del aparato. Dentro de la caja se encuentra una serie de accesorios de la máxima utilidad. Comenzando por el manual de instrucciones y terminando en piezas de cartón para levantar un trípode provisional, pasando por todo tipo de adminículos: una guía en disco compacto, un cable óptico, un micrófono de instalación, una guía de montaje, tornillos, protecciones… Los pequeños detalles aquí y allá complementan a la perfección un estilo sencillo, esbelto y claramente orientado a su fácil uso. La delgadez de la barra alcanza cotas hasta ahora desconocidas, en parte gracias al uso de un marco que apenas se extiende más allá de los pequeños
drivers, los cuales se ocultan tras la rejilla como los ojillos alveolados de algún pequeño artrópodo. El
subwoofer inalámbrico es igualmente delgado pero a la vez se palpa su robustez. Consta de un puerto en la parte frontal disimulado de forma muy inteligente.
El panel de control de la barra se sitúa en la parte superior de la misma. Se puede acceder de esta forma fácilmente a los mandos para el encendido y el apagado, para la selección en menús y para el control del volumen. Pero sin duda lo que más nos gusta es la pequeña pantalla situada en la fachada y hacia la izquierda. En ella se monitorizan las opciones escogidas mientras se usa el televisor. Los usuarios que quieran toquetear todas y cada una de las características personalizables preferirán el uso de los menús en pantalla, más visibles y fácilmente navegables. Este menú salta de forma automática al conectar cualquier aparato vía conector HDMI. Volviendo a la barra de sonido buscamos las tomas de conexión. Se encuentran agrupadas en la parte trasera, debajo de una banda blanquecina que sirve como repetidor IR para las señales del mando del televisor.
Todas las conexiones que se puedan esperar de una barra de sonido de este nivel están presentes.
Las conexiones incluyen tres tomas HDMI y una salida HDMI ARC, dos entradas ópticas, una entrada coaxial, una entrada analógica RCA y una salida para subwoofer. En la parte delantera existe también una conexión para el micrófono de instalación y para cascos de sonido envolvente virtual. Como colofón, conectividad Bluetooth con aptX para reproducción de archivos con muy alta resolución.
Especificaciones y características
Aunque pueda pensarse que es imposible, el Yamaha YSP-2500 está diseñado para hacerse más delgado incluso. Esto se logra retirando los soportes. De este modo no conocemos televisor que no pueda albergar bajo su pantalla esta barra. Los dieciséis
drivers del sistema superan apenas los dos centímetros y medio. Cada uno de ellos recibe la alimentación de forma independiente de forma que ante una avería el conjunto pueda continuar funcionando. El consumo total es de poco más de ciento sesenta vatios, de los cuales sólo treinta y dos se destinan a la matriz de
drivers. El resto supone la potencia desplegada por el
subwoofer dedicado, un
subwoofer con dos unidades de diez centímetros de diámetro que funcionan en tándem para reventar la sala con las frecuencias más bajas.
El rango de frecuencias donde el equipo se encuentra cómodo va desde los cuarenta hercios a los veintidós mil. El mando, de un tamaño más que adecuado, es ergonómico y está pensado para no presentar apelotonamiento de botones, teclas redundantes u opciones rara vez utilizadas. En resumen, dispone de lo justo y necesario: selección de entrada de datos, volumen y nivel del
subwoofer, modos DSP… Con la tecla de opciones se puede entrar en diversos submenús de los cuales los más importantes son aquellos para afinar los bajos, los sobreagudos, el retraso y la sincronización del audio. Sin lugar a dudas los botones que lograrán derretir vuestros cerebros son los que modifican la orientación de los
drivers. Gracias a ellos se logran configuraciones específicas para el número de videntes en la sala, dispersión o concentración del sonido, audio envolvente virtual de tipo 7.1… La guinda del pastel es la compatibilidad con DTS-HD, Dolby True HD, vídeo 4K a sesenta fotogramas por segundo y Dynamic Range Control, que crean de este sistema una adquisición altamente resistente al paso del tiempo y a la llegada de innovaciones tecnológicas. El sonido es espectacular. En cuanto lo escuchamos supimos que l Cada uno de los pequeños matices y mínimos detalles del audio eran claramente perceptibles. Muy por encima del rendimiento de otros productos de la serie YSP. Sin importar el registro, los sonidos eran prístinos, claros y concisos sin llegar a resultar abruptos. Bien definidos, afilados… Agudos y bajos combinados cohesivamente y altamente equilibrados. En ningún momento, por mucho que subiésemos el volumen, llegamos a detectar zumbidos, vibraciones o pitidos. Los sonidos estaban repletos, eran potentes y llenaban todo el habitáculo. Una maravilla. La única queja que podemos esgrimir es que realmente en ninguna ocasión sentimos que el sonido llegase desde nuestra espalda. Algo a lo que ya estamos acostumbrados pues no tenemos constancia de que se haya logrado de forma fehaciente en un sistema de sonido envolvente virtual. Ya sea música de cualquier género o películas estruendosas con diálogo de por medio, el YSP-2500 hace un trabajo excelente si se le provee con un entorno óptimo.
Instalación
Poner a funcionar a este monstruo del sonido es cuestión de enchufarlo por HDMI al aparato audiovisual de nuestra elección. Simple y sencillo. Los poseedores de televisores con conector ARC pueden beneficiarse al controlar el sonido con el mando del televisor, aunque en este caso hace falta completar un paso previo adicional: conectar un cable óptico para el audio de la televisión. Para sacar el máximo provecho de este sistema es necesario usar el micrófono Intellibeam que lo acompaña. Con él se calibra la potencia y la dirección de cada uno de los
drivers que conforman el corazón de la barra de sonido. Es realmente sencillo ya que solo hay que seguir las instrucciones que se indican en pantalla y tener algo de paciencia con las esperas.
Conclusión
Haciendo piruetas por la cuerda floja de los precios excesivos, el YSP-2500 ha conseguido pasar al otro lado donde le esperamos con brazos abiertos gracias a la potencia de su audio, la calidad del mismo y la capacidad que tiene para involucrar al espectador en los escenarios audiovisuales de las películas preparadas para ofrecer sonido envolvente. Si bien la música no es su fuerte, nos ha dejado prácticamente sin palabras.